Todos los años por estas fechas aparecen en lugares muy diversos listas de herramientas TIC que, lejos de aclarar o informar, apenas si pretenden otra cosa que establecer un ranking de uso o pertinencia de las herramientas que los profesores pueden usar en su clase. Una de las que más interés despierta es la que del Centre for Learning & Performance Tecnologies. Sabemos que esta clasificación impone carácter y marca tendencias. Su compiladora es Jane Hart que es al tiempo la fundadora del c4lpt. En esta ocasión la lista correspondiente al año 2014 ha sido realizada con los votos de 1038 profesores de 61 países. Cada profesor vota una lista de 10 herramientas. A partir de esas votaciones se elabora la lista definitiva que luego tiene una indudable repercusión en casi todos los medios.
Somos de la opinión que el consumo por el consumo no tiene ningún sentido. Pero resultan siempre muy significativas, en esta y otras cuestiones paralelas, algunas realidades que queremos poner de manifiesto sin entrar en otro tipo de análisis que pueden ofender a algunos y sorprender a otros. De ahí que dando por sentado que no somos nada proclives a este tipo de listas -porque creemos que la mejor herramienta es la que mejor responde a nuestras necesidades y posibilidades y no necesariamente tiene que coincidir con las que están más de moda, por muy bien que se sitúen en la clasificación-, lo cierto es que tienen su público.
En un primer recorrido llama la atención que la primera herramienta nueva en relación al Top Ten del año 2013 se sitúa en el puesto 46 (PowToon). En principio todo hace indicar que, más allá de la movilidad propia y comprensible de las herramientas que ocupan los primeros puestos, resulta bastante difícil para una herramienta de nueva creación o nuevo impacto, alcanzar puestos significativos entre los, digamos, 20 primeros. En este sentido también resulta muy llamativo el hecho de que entre las 10 últimas de la lista 6 son nuevas. Parece, desde una primera valoración, que lo nuevo llega con calma y poca repercusión. Más llamativo si cabe resulta el hecho de que el navegador firefox se sitúa en el puesto 93 de la lista y mucho más todavía el hecho de que en el puesto 83 aparece el WhatsApp. Así parece que no hay demasiada concordancia con lo que los profesores proponen y la realidad que nuestros alumnos y aún nosotros mismos imponemos. Frente al Twitter y al Facebook -primero y noveno respectivamente- el navegador Google Chrome aparece en el puesto 27, justo al lado del google académico. Sin embargo es, casi desternillante, el puesto que ocupa una herramienta denostada, al menos cara a la galería, como es la wikipedia, que se sitúa en el puesto 18 nada menos.
Se impone así, como en casi todos los ámbitos, lo comercial frente a lo verdaderamente educativo. Una pregunta en el aire: si está clara y era absolutamente pertinente la prohibición del uso de los móviles en los centros educativos, al menos en nuestro país, el año que viene, ¿Twuitter y Facebook se mantendrán en el ranking? Hay demasiados intereses detrás de estas cuestiones que trascienden al mundo educativo y que perfilan una determinada evolución y desarrollo de los acontecimientos.
Mientras no seamos capaces de diferenciar y establecer un código de utilización racional y coherente de la TIC que propicie su evolución hacia unas tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, nos seguiremos moviendo por entornos económicos nada favorables a la educación integral, crítica y autónoma. Y por lo tanto seguiremos pendientes del Top Ten de turno con la esperanza de que algo cambie, aunque sabemos que eso es harina de otro costado.
Pero si lo que uno quiere es perderse por el intrincado mundo de las herramientas buscando la que mejor se adapta o mejores resultados puede dar, en la página se nos ofrece una galería de 2000 herramientas que aumentan cada día. Todo un reto para quien disponga del tiempo necesario. No parece que este sea el camino, pero lo cierto es que así son las cosas, desgraciadamente, añadimos.
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